Niños

La infancia es una etapa de continuo cambio en la vida de un individuo, aparecen los primeros desafíos y es cuando se desarrollan habilidades tan importantes como las de relación con los demás, resolución de problemas, toma de decisiones… es importante que estemos atentos a señales que los niños puedan manifestar, y que son indicadoras de que algo no está yendo como debe. Una intervención a tiempo puede ahorrar problemas como la falta de integración, la baja autoestima o escasas habilidades sociales o de afrontamiento . Un abordaje a tiempo puede significar la diferencia entre considerables consecuencias en la adolescencia y en la etapa adulta, o una simple anécdota.

Tratamientos para Infancia

Adolescentes

La adolescencia es una etapa muy compleja, donde hay un reposicionamiento del niño en el hogar y una nueva concepción de sí mismo. En este momento toma más relevancia que nunca la aceptación del grupo de iguales, y la aceptación de uno mismo y los cambios que va experimentando. Es frecuente que haya conflictos en el hogar y fuera de él, y un profesional puede ayudar a mejorar la comunicación y mejorar el comportamiento del menor, así como de la dinámica familiar, académica y social.

Tratamientos para Adolescencia

• Trastornos del aprendizaje
• Hiperactividad, déficit de atención o ambas.
• Miedos, fobias.
• Sintomatología depresiva
• Problemas de conducta. Comportamiento rebelde, no respetar las normas.
• Agresividad, sentimientos de ira y frustración.
• No sentirse comprendido ni motivado.
• Orientación académica.
• Apoyo escolar y técnicas de estudio. Aprender a estudiar de manera eficiente, minimizando el tiempo invertido y aumentando la calidad del aprendizaje.
• Celos
• Problemas de autoestima o inseguridad
• Habilidades sociales
• Trastornos alimentarios en etapas iniciales
• Estrés diario o en momentos puntuales (exámenes, relaciones sociales, etc.).
• Problemas de Identidad
• No aceptación de sí mismo. Complejos corporales o mentales.

Terapia con Familias

La terapia familiar ayuda a identificar formas de relacionarse dentro del contexto de la familia que no son sanas para el desarrollo personal como adultos maduros y autónomos emocionalmente. En este tipo de terapia no es necesario que exista una patología como tal en alguno de los miembros de la familia, pues en ocasiones los conflictos derivados de la falta de comunicación eficaz o de las pautas de relación provocan que más de un miembro de la familia se encuentre mal, sin que exista un problema mayor. Este enfoque ayuda a identificar patrones de relación disfuncional y carencias en los vínculos emocionales.

En un primer momento puede acudir a consulta uno o varios miembros de la familia, aunque no acudan todos. Se realizará un primer análisis de la situación y se darán recomendaciones para que puedan comenzar todos con la terapia.